lunes, 30 de noviembre de 2009

Maribel Mora Curriao – Panguipulli

Llovía oscuro y el mundo era un inmenso lago, la luna se ocultaba a nuestros ojos y los abuelos hablaban de antiguos designios. Nadie dudaba entonces de sus sueños, ni lo hacemos ahora olvidados en la casa del águila, perdidos de la huella con furia y saña abrieron en la cordillera Ignacio y Belarmino Chiguay, la misma ruta que perdió a sus hermanos y que Margarita abandonó con premura.

Ajena yo
remonté por el camino claro.

Mañana volveré me dije
y sembraré nuevos cantos
Y cerré los ojos para recordarlo
allí dejaba el sol
la nieve
los besos
y las placentas aún calientes
de los últimos partos
las oraciones que dije
y las que no dije
en las montañas
el silbido del viento
y las culebras
la ruta abierta en las quebradas.

La noche no es más
que una inmensa roca me digo
azul como la melancolía de la
luna nueva.

Víctor Cifuentes – Quintrilpe – Vilcún

Fentrén relmú may nga angé ñi pu wechoz mew
tüfa ta mülen, pünónefiel ellá nüwkülechi pu püpüm,
lufwechúnkülechi pu pañíllwe.
Lulúlwenu pingéy llenga chi futrá zumíñ mapu
fey nga zóy nornentuam ta züngú
üyéchi wechum nga taiñ feyentun-ngerpuy

Múltiples arco iris en el ojal del rostro
aquí estoy, encima de improvisados cables
alambre con las puntas quemadas.
Tierra atormentada lleva por nombre el hoyo negro
Y por decir más claramente lo que se quiere
Aquel extremo tenemos por principio

Fernando Raguileo – Saltapura

Vengan a mí
poetas del silencio
vengan y háblenme
de sus penas y alegrías
seamos esta vez eternos amigos
y vamos a cada esquina
de nuestros sentimientos

Sentémonos frente al mar
de nuestros pueblos
y echemos veleros azules
a navegar en el cielo

Vengan a mí
pájaros poetas
vengan y aniden sus locuras
en las montañas de mi nostalgia
volemos juntos esta vez
más alto y más bajo
más lejos y más cerca
volemos hasta el fin de las palabras
hasta el fin de cada libro.