miércoles, 23 de abril de 2008

Emilio Guaquìn ...desde Chilwe




LOS ENCANTADOS DEL VIENTO


*

Los muchachos y
viejos

encantados del viento
manos enterradas preñan la tierra
cuando
el sol les penetra
y no sangran
sino mas que de agua
cuando los espíritus de sus frentes
cogen goteras
y corren
en el aire volteando sus cabellos.

Los muchachos y viejos
después
de cosechar los frutos
del parto
comen
se emborrachan
cuentan historias y cantan.
Tranquilos siguen
la rueda de la vida.


**

las mujeres
encantadas del viento retan al amanecer
hacen recias sus pieles
por tanto vapor y humo
por tanto barro
y mar
en sus descalzas

cargando calor y lluvia
en sus canastos de cabeza.


No descansan
acabada la faena
preparan la barriga
para dar a
al viento
otro hijo encantado.

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CANTO DEL INDIO




Cuan fuerte
rompiendo sus cabezas
sintieron nuestros golpes de maza
y la rabia
como fiera arrancada de su criatura
arrojándose sobre su oro
quemándoles
los ojos de tanto fuego reflejado
en ellos.


Preguntaron.
Do se esconde el indio leftraru.
Descubrieron.
que no hay esclavo.
ni hay grilletes.
deshiciéronse de manos
y tobillos envueltos por cicatrices
y dieron en la tierra.
Es ella quien le ha rescatado ofreciéndole bosques
y cada
polvo
cada rama
u hoja
que tocó su huida
sintió ardor de guerra
y se forjaron flechas
de canelos tumbados en valles
y dieron las nubes un trueno
que como palabra
alzó pálidas miradas y salió
por los gruesos labios del indio
diciéndoles
yo soy Leftraru
yo mataré a Valdivia
yo pondré en fuga al invasor.



Su cabeza talaron
arraigándose su sangre y el dolor
de Guacolda en la tierra.
entonces, otra vez las calles
con vastas miradas de cobardía le vieron.

Cuan brava fue la mortaja
que alimentó guerreros
y clavó al viento las palabras:
Yo soy Leftraru,
yo maté a Valdivia
yo maté al invasor