domingo, 6 de marzo de 2011
Juan Huenuan Escalona
VASIJA DEL ESPÍRITU
a la Machi Margarita Carmona Curín,
mi bisabuela
Estoy en el centro.
La viuda acechada de instrumentos rústicos,
en fuego y tierra dispuesta,
soy espejo que refleja la otra orilla.
Larga como el nacimiento de un profeta,
pinté de blanco mi rostro
y bailé el rito de la sanación.
Soy la vasija del espíritu
que ve entre las astillas y los cueros
y persisto al mastín que me desprecia:
tiempo e ignorancia ensañados
con el credo que pretende
mis ofrendas.
Soy espejo que refleja la otra orilla
y el amor de los que plantaron
en la cumbre de la tierra.
VOZ ANCIANA
No te alejes de la tierra,
seguridad tienes en su entraña.
No voltees a los ruidos extranjeros,
señal abrupta de fronteras.
Lo que existe
tus ojos van tallando:
el orden perenne de sus bestias y tragedias.
Como cualquier animal caza su comida,
eres el hombre que aún juega en estos bosques.
HIJA SOÑANDO
a Kiyen
Abrí los ojos,
encontré un espejo en el cielo.
Mis piernas eran cortas,
gordas.
Mis palabras sonidos guturales.
Vestía una pequeña falda con lunares
y andaba descalza entre paisajes de cipreses
que sabía plantados por mi padre.
Al fondo un platillo con leche salada
(bebí hasta que los grumos volaron como pelusas).
Un hombre me llamaba.
Me arropó y cantó hasta que dormí en sus brazos.
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